

Cuando estoy de bajón me pongo a mirar todos los trofeos y la verdad que te sube la moral el saber que tienes un potencial que simplemente tienes que creertelo y entranarlo claro.
Además la satisfacción de que mi hija con 4 añitos se sienta orgullosa de su papa y cada vez que vienen sus amigos a casa va al cuarto al enseñarle los trofeos y las medallas y como no mis bicis, este hecho tiene mas valor que todas las copas y las medallas juntas, además te motiva mucho para poder entrenar día a día y saber que tienes la admiracion de tu hija, esto no tiene precio y da igual el lugar en el que llegues en una carrera.
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